Me voy a sentar a querer...a quererlo todo; como en mi infancia cuando me sentaba en el umbral de la vereda, a querer. Para ese entonces tenía el cabello mágico y muchos menos dientes. Hoy tengo un amor y un par de frases de cabecera. Para ese entonces soñaba árboles que daban zapatos. Hoy sueño con hombres y mujeres simples que aman sin que el miedo pueda encontrarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario