lunes, 28 de marzo de 2011


Pasan como nubes los instantes de esa niña, frente de esta mujer. Algo se desprende. Alguien llama a la puerta : no más mentiras.
Pasan como pájaros los autos, casi en el aire, no se ven. No se ven porque no se miran, corren. La avenida se calma después de las diez . Tomo distancia de los acontecimientos y te abrazo. Te abrazo en la esquina, a mitad de la cuadra, entrando al bar. Y de golpe no estamos ahí.
La niña corre, sonríe. La niña sonríe y sonrío de verla, por fin , tan lejos como deseaba. Tan lejos como deseaste.
Pasan los días como la lluvia, limpiando las casas y las cosas, dejando ese olor a pasado que a cada paso se huele menos.
La niña corre, ya no quiero alcanzarla.

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