jueves, 6 de enero de 2011

abrir


Alguien abrió la persiana. Alguien que no fui yo. Eso trajo confusión... y toda la luz. Ya iba a caer, libremente, como una roca pesada sobre un pecho horizontal.
La ventana está abierta. No hay viento.
Sólo mi aliento, el de mi boca indiferente a todo. Sólo mis pupilas desconfiadas que no están viendo el mar. Tampoco hay música...y habrá que reinventarla para abrazar a esos seres que todavía están teniendo hijos, escribiendo libros y plantando árboles que nos darán sombra algún día. No fui yo , no sé quien fue.
La confusiòn empieza a tener lugar y este espacio en medio del cuerpo empieza a dar fe de que existe.
Mejor la traquilidad y el aire en los pàrpados. No: mejor la intensidad y brindar por ello
No sé que dirían los viejos, los sabios, los alcohólicos, los que vuelven de un largo viaje. No sé si olvidar es un plan o una temible consecuencia que se cuela con el sol
El patio me quema los pies. Estoy despierta. Lo sé por el ardor (acá) .
De golpe todo está abierto.
"Son momentos". Cuando oscurezca volveremos a descansar y el negro perfecto de la noche se ocupará de insistir en cerrar la persiana.

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