domingo, 5 de julio de 2009

Línea A


En el metro tan viejo como la injusticia voy repasando a Hegel o discutiendo con él, en voz baja, muy baja, tan baja como estas vías de tren o los sentimientos que veo en los ojos cansados del obrero que ahora se sienta a mi lado y roza su brazo con el mío, y sonríe. Después hará malabares, él, para no rozar ni una vez más mi cuerpo como piedra, respirando calor, expirando alochol y no viendo, ni una vez, a mis ojos llenos de interrogatorio.
Cambian las estaciones, el cuerpo del hombre no se relaja y yo cambio de asiento. Cierro mi libro y leo esos andenes helados de junio, pretendiendo, arrogante, una literatura justa. Así llego a Plaza Miserere y distingo por la ventana de la línea A, muchos más hombres sin arte, incómodos en cuerpo y alma.

Julia Pirani

1 comentario:

  1. "...pretendiendo, arrogante, una literatura justa".

    Saludos, amiga Pirani, es un hermoso trabajo

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