lunes, 17 de enero de 2011


La hija del medio deberá poner el cuerpo, aunque la expresión sea injusta. Alguna vez fue ilógico, con tantos hombres cerca. Alguna vez fue estùpido : "las nenas buenas no deben sufrir" , y deben volver temprano a casa.
La hija del medio se miró al espejo y asumió un rol. Ese no era el plan de todos. Volver a la casa con techo de tejas y al patio de balsodas tibias, sin duda, una gran opción: No para ella que encontró otras cosas, ahí dónde fue a buscar, en esa ruta cargada, de doble carril.
"Quedate al lado mío para siempre" ya no duele pero dejó sus marcas que se han ido borrando como las luces de la ruta, a medida que se avanza, tramo a tramo, dándole lugar a otras. La ruta de noche es un cuadro divino ( Ser esa niña en el asiento trasero, siempre del lado de la ventanilla, soñando con el color del mar: una foto inolvidable).
"Julia no discutas todo"
Las luces que arremeten vienen siendo un signo a tener en cuenta y las palabras de un padre ya no tienen valor de excusa. Todos han crecido. Por fin...
Ser una mujer es un rol social en todos los lugares del mundo. Elegirlo es "poner el cuerpo" Aunque esa expresión refiera más comodamente otros textos.
La hija del medio chocó con unas verdades y no hay carteles que señalen dónde doblar. Las luces nuevas están cada vez más cerca Habrá que ser responsable para no encandilarse. Habrá que quererse mucho y mirar poco a los costados. Salir a la ruta puede ser una metáfora más.

JP

(bua)

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