lunes, 17 de enero de 2011
SANTI
"Amar lo que se elige es la cosa más importante". Un padre te toca, el compañerito de la primaria, el vecino, el primer regalo de reyes: también. Pero hay otros importante(s) y esos son los que se eligen y, quién sabe, sean los culpables de cambiar tu mundo.
Santiago (El Uru) : mi amigo del alma, mi cómplice, un perro de ciudad con manos honestas; se fue lejos, con su cuaderno Gloria lleno de historias en la mochila. Lo elegí. Tal vez para siempre (si el "para siempre" existe):
"Espero que la distancia no nos haga extraños, Julia" Sólo eso dijo (làgrimas)
Lo voy a extrañar mucho. Pero habré de acostumbrarme (insistiendo)
JP
Cuàndo conocí a Santiago, en la secretaría de apuntes de la facultad de sociales (un buen refugio por aquellos años) no pude parar de reírme con sus interpretaciones (Charles Ingalls, entre otros) Nos unimos, inmediatamente. Mi risa y sus reflexiones. Mis ideas sin cordura y su vuelo alto. Mis lecturas y su magia. Sus lecciones de vida y mi miedo. Su locura y mi sensatez (eso pasó).
Vivimos juntos en una casa grande con muchas puertas y ventanas. Rodeados de libros y de asuntos muy profundos. Cerca de otra gente que, intuíamos, también nos rodeaba
Santiago es un ser íntegro. Ni siquiera el peor día de aquellos días me dejó sola. Nuestros encuentros, últimamente, no se daban muy seguido pero nunca nunca nos dejamos solos...y así seguirá siendo. Mientras mi amigo esté en este mundo, que según entiendo también es el mío, seguirá de cerca mis risotadas y yo sus pasos, literalmente: Siempre que salimos a caminar voy varios centímetros detrás suyo: tiene pasos largos, el negro. Ni más ni menos seguros que el del resto de los humanos, pero pasos confiables : y eso significa todo para mí y esta amistad enorme que pudimos construír.
Es un hombre y es mi amigo. Ya eso es toda una construcciòn y posee un gran valor en sí mismo
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